viernes, 8 de agosto de 2008

Star Wars III, La venganza de los Sith (2005)

Star Wars: Episode III - Revenge of the Sith (Dir. George Lucas) Hoy conversando con mi amigo el chef mientras caminábamos de regreso a mi casa aprendí algunas cosas interesantes sobre Star Wars. Primero de que existen hasta el momento 9 libros, es decir, aún 3 por filmarse y llegar al cine, hablo de los episodios VII, VIII y IX. Además me contó que las películas de finales de los 70's y principio de los 80's fueron reeditadas y perfeccionadas habiéndoles añadido minuciosamente algunas escenas extras y complementarias pretendiendo así eternizarlas sin evidenciar el paso del tiempo ni las diferencias generacionales. Particularmente debo decir que no se me da por juzgar la modernidad ni el paso de los años entre episodio y episodio, pienso mas bien y acepto que cada uno de ellos fueron filmados y editados en diferentes épocas lo que hace entendible la suma o resta de herramientas y técnicas que se usaron para poder brindarnos la historia en film. Algunos sabrán también que dentro de pocos días se estrenará en las salas de cine limeñas "Las guerras clónicas" un capítulo animado y en 3d basado cronológicamente entre el episodio II Y III, por lo visto Star Wars aún tiene mucho que mostrarnos. Ahora pasemos a hablar sobre el episodio III uno de los más extremos, intensos y oscuros de la saga. La república se desmorona a causa del despiadado conde Dooku (Christopher Lee), Anakin Skywalker (Hayden Christensen) junto con Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor) reciben la misión de rescatar al canciller Palpatine (Ian McDiarmid) quien ya lleva varios años de más en el poder. El mal circula por doquier y en algunos casos intoxica y envenena a los de buen corazón. El general Grievous tiene problemas de respiración, mucha maldad, 4 brazos metálicos y es una de las últimas piezas que el lado oscuro tiene para poder mantener la guerra en pie. El amor entre Padmé Amidala (Natalie Portman) y Anakin se ve consolidado con la buena nueva de que tendrán descendencia, muy pronto. Los jedis deben unir fuerzas para poder liberarse y mantener la verdad. El infierno será de lava, del fuego más carmesí y diabólico que uno se pueda imaginar. Las espadas de luz, las arma de los guerreros galácticos, no serán capaces de salvar a ningún ser querido ni modificar el destino que uno mismo alimenta. Leonardo Da Vinci escribió alguna vez que para poder comprender el mundo estudió la magia negra y blanca, optando finalmente por esta última. Digo esto porque parecido es el planteamento que toca la mente de Anakin y de los jedis en el film. Llega un momento en la historia en que los Sith, que son la antítesis de los jedis, se muestran sin tapujos y al descubierto pretendiendo así volver a conquistar la galaxia como hace millones de años. Es allí cuando los droides al no tener sentimientos ni criterio propio no pueden ser juzgarlos como traidores o no. Un guerrero debe estar preparado para todo incluso para la traición, el enfrentamiento más impensado el menos probable pueda ser el que finalmente le dé la victoria a uno de los dos bandos. Las desilusiones grandes fortifican y hacen más grande el espíritu del hombre. Es de saber del valiente cuando ha de retirarse o escapar, la paciencia y la moral son las madres del bien y de la sabiduría.

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