martes, 29 de enero de 2008

Match point (2005)

Match point (Dir. Woody Allen) Recuerdo muy bien que la primera vez que escuché hablar sobre Match point fue de un comentario que Iván Thays hizo en una de las clases de la escuela de literatura cuando hablábamos sobre el libro Crimen y castigo de Dostoievsky. Tuvieron que pasar varios años para que yo mismo pudiese compenetrarme al film y bueno hoy después de tanto tiempo termino de verla, debo decir que me pareció dolorosamente hermosa. Para empezar tenemos la tibia voz de un soprano en vinilo cantándonos a las sienes, el palco en el teatro iluminado, la familia Hewett y todos sus millones en los bolsillos, la lluvia sexual, la sensualidad impregnada, realmente después de este film uno se pone a pensar en la llamada suerte existencial a la que se refiere tanto el director del film como los contornos de la población perezosa y estirada desligada a la tan pesada y frígida palabrita: justicia. La manera en que se presenta a Nola Brice (Scarlett Johansson) actriz hermosa que aún no alza vuelo ni atención de ningún realizador de cine en el medio me pareció impresionante realmente me apabulló su voz su físico, al escuchar el ir y venir de esa pelota de tennis de mesa junto con esa pregunta dirigida a Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) : ¿Serás tú mi próxima víctima? ¿Con quién me topé, yo? Y pues debemos decirlo al instructor de tennis, ex-jugador profesional y talentoso Wilton le fue en esta existencia bastante bien, le salieron las cosas cómo él jamás lo hubiese imaginado, se casó con la niña rica, ascendió económicamente, laboralmente y tuvo el romance de su vida (insuperable) con la mujer de sus sueños (de mis sueños) y diosa perpetua de cualquier mortal. El hombrecito supo mover bien sus fichas sin saber jugar ajedrez ni cartas y digo esto con mucho odio ya que su personaje tan bien caracterizado me dieron ganas de estrujarle los testículos y amarrárselos al cuello, Chris Wilton cimentó la profecía del falso redentor, del infeliz suertudo proclamador de buena fe que al final es capaz de degollar a cualquiera con tal de salir con vida y permanecer en su estúpido paraíso por más tiempo. Saludos Chris pero pobre de ti y de aquellos hijos y familia venideros, no sé al menos como lo dice la profecía, el karma no olvida ni se acrecienta. Escopetas cazadoras de urogallos.

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