jueves, 17 de enero de 2008

La cosa está color verde (2006)

Everything's gone green (Dir. Paul Fox) La promocionaron como la primera película escrita por Douglas Coupland. A mí me pareció más una serie televisiva de sony que una película. Hoy soñé con Lorena Ugarte la chica rubia de mi promoción, soñé que nos escapábamos de unas amigas metaleras que tengo para entrar en el área temperada de la piscina en donde luego yo procedí a utilizar mi lengua sobre su cuerpo. De la cosa verde me gustó el comienzo y los personajes articulados, aunque tiene mucho de ese humor ingenuo americano, soso, que me va desinflando, la película tiene material no despreciable. En realidad nunca me había puesto a pensar en algún trabajo que consista en ir a entrevistar a los ganadores de la lotería, a esos nuevos millonarios llenos de dólares regalados en los bolsillos; no sabría decir si en la Tinka existe algún ser humano con dicho pasatiempo, quizá me presente a algunas entrevistas de trabajo este año. Me gustó lo de la ballena varada, eso de que todos los confundidos de 29 años, oficinistas sin esperanza escapen de sus rutinas para ir a sentir la vida en el lomo de un pez, de palparlo. La novia lo deja, su padre pierde el trabajo, él también pierde el trabajo, lo mudan por ósmosis, en su familia sus hermanos lo alucinan como vago: Ryan (Paulo Costanzo) Le gusta montar bicicleta, tomar fotografías, es parsimonioso. El principio me hizo pensar en algo más Bartebly de Hermann Melville, Martin Duquet de Inerciados Pusilánimes; pero la ilusión se va extinguiendo a medida las piezas comienzan a mostrarse: la mafia china aparece, se celebra una fiesta en el piso 25, una rubia que ama los jaguares empieza a seducir, Ming (Steph Song) una japonesa estilo comparsa yoko ono sonríe y dice estar cansada de conocer hombres sin tradiciones sin consecuencia, marcianos enanos que filman una película, al otro lado de la calle dicen hola ¿El mandarín, el idioma del futuro?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oye Marco Chipana, te maleas por poner eso! No sé qué tan relevante era poner tu sueño con nombre, apellido y color de pelo.