sábado, 19 de enero de 2008

Julien donkey-boy (1999)

Julien donkey-boy (Dir. Harmony Korine) Personaje basado en el tío ezquizofrénico del autor, Julien (Ewen Bremmer) es casi un tartamudo, un chico con comportamientos extremos, podría llegar a la idiotez humana más asquerosa, como a repetir frases sin sentido ni rimas durante horas o minutos, sin el menor deseo de cerrar la mandíbula. Julien tiene cierto fervor por los animales, más que todo por los animales impedidos; una tortuga es lenta por naturaleza, por llevar ese caparazón en los hombros. Julien tiene en la boca una coraza metálica dorada que le sirve de dientes superiores para poder mascar y comunicarse. Julien también puede poseerse coherentemente de algún personaje que en el transcurso de su vida admiró: véase a partir del minuto 27, aquella escena para no olvidar del film en la que Julien se confronta a sí mismo frente al espejo de su sótano con un rifle en las manos. La familia de Julien jamás superó la partida de su madre, ni siquiera el padre (Werner Herzog) ni sus hermanos: Chris (Evan Neumann), Pearl (Chlöe Sevigny) ni su abuela (Joyce Korine) cada uno espectora desde ese agujero con diferente color. El vacío fue muy profundo y latente, tanto así que todo lo esencial de sus vidas se quedó pegado en el pasado, en los recuerdos que tuvieron cada uno de ellos con ella. La familia a raíz de su declinamiento espiritual aceptó unirse al grupo cristiano de su comunidad, a los grupos eucarísticos de coristas estilo Ray Charles. Todos ellos viven obsesionados con la idea de la pureza y la ubicuidad de dios sobre nosotros, con la esperanza de volver ser una familia feliz cuando llegue el fin y se vuelvan a encontrar en el más allá. Pearl en cierta forma es la mamá, la bailarina de ballet de sus hermanos. Ellos la quieren y le observan la panzota de embarazo que lleva delante suyo a todos lados, cada vez que pueden. Chris no para de entrenar para ser un ganador, su padre es el guía, en realidad el mentor de la casa, se hace lo que él diga se piensa como él piensa, se martiriza como él lo propone. La película fue filmada siguiendo los cánones puristas de los chicos del dogma 95, Harmony debió haber estado muy cómodo ya que tanto en Gummo como en Kids prefiere la narrativa entrecortada más que la plana y horizontal. Quiero comprarme un harpa y caminar con audífonos por entre los autos cuando el sol se empiece a poner. Saludos a los dilteantes y todos los bateristas sin piernas del mundo.

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