Permanent Vacations (Dir. Jim Jarmusch) Allie (Chris Parker) es uno de esos seres sin rumbo que vagabundean por allí en alguna parte de la calle, quizá a la vuelta de tu casa, en el hostel donde alguna vez te hospedaste cuando fuiste de viaje a otro país como turista. Allie tiene música dentro de sí, poesía, arte, que no sea consciente o no sepa como plasmarlo no quiere decir que no lo pueda hacer, él solo escapa de sí mismo, sigue caminando y observa todo a su alrededor. Su antigua vida, su familia, su casa, están todas desbaratadas. Su madre está internada en un instituto mental, su antiguo hogar el domicilio donde vivió de niño fue lugar de un bombardeo aéreo a manos de los Vietcongs, los chinos, en la guerra que tuvieron contra los americanos. Allie ama a Charlie Parker tanto como el saxofón, en cierta manera este instrumento y este personaje negro lo seguirán en su constante búsqueda, en su indeterminado vaivén como 2 ángeles guardianes. París, Nueva York, Babilonia. Allie tiene el cuello limpio, el sol le hace daño cuando le cae de lleno y su estilo tiene que ver mucho con su voz aguda, sentimental y su forma de caminar.
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