Barbarroja (1965)

Akahige (Dir. Akira Kurosawa) Al terminar de ver esta película pensé en Stefano Cicirello y Mariana Bedoya amigos míos quienes en estos momentos estudian medicina en la universidad San Martín. La vocación de un médico debe ser tan fuerte como la de un músico, literato o artista. Los médicos deben ser sanos de mente y de espíritu. Recomendaría a todos los estudiantes de medicina ver este film de Kurosawa ya que sé que les ayudará muchísimo en sus estudios. Barbarroja más que una película es un tratado de filosofía y de humanidad. El Dr. Kyojio Niide (Toshirô Mifune) conocido por sus asistentes y pacientes como Barbarroja maneja una clínica del estado con el idealismo de un monje. En un lugar alejado de la capital, lejos de Nagasaki donde los grandes doctores y estudiantes de medicina cobran millonadas por salvarle la vida a algún desahuciado, Barbarroja sigue su labor sin perder la calma ni el equilibrio en lo que cree. A diferencia de un establecimiento privado, lógicamente, la clínica del Dr. Niide depende de los auspicios y presupuesto financiero dado por el gobierno. Es entonces cuando el talentoso Dr. Noboru Yasumoto (Yuzo Kayama) llega a la clínica a manera de visita y con el ego más elevado que el de un gladiador. Yasumoto persiste rebelde en regresar a casa con los suyos sin embargo dadas las circunstancias y el estado calamitoso de la clínica permanecerá allí junto a su mentor a quien poco a poco encontrará fascinante hasta convertirse de corazón en el brazo derecho de Niide. Juntos presenciarán los últimos momentos de ciertas personas enfermas consideradas como buenas por los demás pacientes pero que antes de morir querrán decir sus verdades y limpiar sus consciencias; escuchándolos aprenderán más de la vida que leyendo miles de libros. Otoyo (Terumi Niki) una pequeña maltratada por su madrastra que refriega el piso a manera de tic, un niño llamado Chobo que roba para poder alimentarse, el amor sin diferencia de edades, el amor entre almas, las enfermeras, los practicantes, la sabiduría, la reclusa asesina y millonaria violentada en su niñez, la violencia, la vida y la muerte que revolotean alrededor de los muchos enfermos que aún sienten esperanza y fe en las personas "El conocimiento médico no es de propiedad de ningún ser humano, le pertenece al mundo" Barbarroja se acaricia la barba mientras sigue esperando mucho del ser humano.