XXY (Dir. Lucía Puenzo) Una película inocente y perturbadora, sensual. Una adolescente de 15 años, Alex (Inés Efron) no sabe si ser, sentir como un hombre o como una mujer. Si bien es cierto que uno de sus temas preferidos es el sexo, Alex siente miedo de experimentarlo y de saber, al final, qué es lo que terminaría haciendo o preferiría escoger en el instante amatorio. Su cuerpo no es como el de cualquier mujer a pesar de que al verla desnuda en el film frente a un espejo de su tamaño se puede apreciar que es dueña de una figura atlética y bien formada, pubis angelical y la curiosidad de ser tocada en los ojos. En la película no hay prótesis hollywoodenses ni intentos de clarificar la forma de su cuerpo con la cámara (bien, por eso) Alex es una hermafrodita, tiene ambos sexos, puede ser hombre y mujer, pensar como homosexual y a la vez ser una chica agresiva, pasiva, atada a un régimen de pastillas y jarabes que le impiden tener bellos y barba como su padre (Ricardo Darín) Lo más difícil para una pareja recién casada y que espera un hijo debe de ser el hecho de tener uno con las mismas condiciones que las de Alex, sus padres en ningún momento buscarán hacerle daño, al contrario su mayor ambición siempre será la de darle paz y tranquilidad haciendo lo que ella y ellos deseen, Alex feliz, ellos aún más felices.
jueves, 17 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario