Dulce y melancólico (1999)

Sweet and Lowdown (Dir. Woody Allen) Escrita y dirigida por Woody Allen este film me fue recomendado hace 2 años atrás por el escritor y crítico literario Iván Thays, lo hizo la vez que le mostré un cuento mío inédito llamado Acero inoxidable y que se basaba en un personaje rural que pierde un dedo trabajando en una fábrica y que gusta del rock extremo y metálico. Emmet Ray (Sean Penn) es el segundo mejor guitarrista del mundo después claro está de Django Reindhardt el gitano jazzman más sensible y talentoso del planeta. Django es el único músico y guitarrista que hace llorar o desmeyarse (en ocasiones este se ha aparecido frente a sus ojos) a Emmet. Emmet no es de aquellos hombres que buscan ser amados, casarse, vivir con un trabajo asegurado, tener hijos, morir ¡No! Emmet sabe muy bien lo que es, un artista verdadero, talentoso, futura estrella de cine y hombre sin compromiso que no puede ni podrá sentar cabeza nunca. Woody Allen sabe crear una historia, inventar un personaje ficticio, incluir testimonios de músicos e investigadores reales para darle más fortaleza y credibilidad a su trama. Dulce y melancólico por momentos es un documental y por otros un video-audio exquisito. En la película se ven chicas muy lindas a su alrededor: Hattie (Samantha Morton) una dulce mujer, muda a causa de altas fiebres, que sabrá llegar a Emmet al corazón pero no a su ego; pareciera ser Jimena Lindo con ojos azules. Blanche (Uma Thurman) una escritoria cuasi-periodista seductora y letal por naturaleza, mujer con quien finalmente Emmet decidiría casarse ¿Que por qué lo habría decidido hacer eso? Eso no sabría responderlo, quizá por sentirse bien y fino. La luna dorada baja mientras el telón se abre, la guitarra humana de Emmet suena levitante y la audiencia respira su sonido, Emmet sabe que Django es mejor, lo repite muchas veces, Emmet quiere escapar pero acepta cuando se equivoca y cuando es posible enfrentarse a alguien. La música estuvo a cargo de Dick Hyman.