Shortbus (Dir. John Cameron Mitchell) Sofia (Sook-Yin Lee) es una terapeuta sexual que contradictoriamente nunca ha tenido un orgasmo en su vida, es pre-orgásmica. Ella, canadiense de nacimiento y de una crianza japonesa castrense está casada infelizmente al punto que siendo su marido incapaz de excitarla o llevarla al límite, no para de fingir cuando está con él por temor a que la relación se quiebre o se cree un ambiente hostil. Por otro lado James (Paul Dawson) y Jamie (PJ DeBoy) son una pareja homosexual que ha empezado a distanciarse, Jamie dice querer estar con todos, acostarse con todos, sin dejar de amar y cuidar a James. El amor con desenfreno de cada pareja se ve realizado en un bar de nombre Shortbus un bar que comparte el mismo sentimiento y carácter Sodoma y Gomorra donde se vive un espíritu sesentero hippie sin necesidad de tener algún ideal pacifista o esperanzador, donde solo se busca follar, experimentar y ser feliz. Al encontrarse estos personajes buscarán ayudar a Sofia a conseguir el orgasmo que tanto anhela tener, conocerán a Severin (Lindsay Beamish) una prostituta sadomasoquista tierna y natural que gracias a escuchar los conflictos de otros podrá también resolver los suyos. Juntos, todos, buscarán iluminar la ciudad de Nueva York con los colores que cada uno ve de noche ¿Qué tan importante le puede ser un ser humano llegar a un orgasmo antes de morir? Shortbus es una película graciosa, explícita, de un liberalismo suicida por momentos y que guarda un pensamiento parcial del sexo.
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