Beiak vacas (Dir. Julio Medem) El uniforme carlista en 1875 constaba de una boina roja, un traje azul - cuello de camisa rojo también, botas altas, espadas, rifles, navajas, sangre, sudor. Los cuerpos baleados en esa época eran recogidos por carretas y puestos uno sobre otro, desnudos, para la mayor comodidad del cargador. Cuando se necesitaba beber tomaban agua del río o de las plantas con espinas, él poníase los dedos en las heridas del otro para así conservar el momento con moscas, para siempre. Con la mano empuñada torcida no se puede saludar ni acariciar las ubres de una vaca holandesa, es más si se quiere ser el mejor aizkolari se debe andar descalzo sobre pedazos de troncos gruesos sintiendo el sonido de los jabalíes inatrapables en el bosque. Ignacio Iriguibel (Carmelo Gómez), Catalina (Ana Torrent) hacen el amor después de creer sus cuerpos asesinados por un hacha. 10 años después, se ve a Peru (nombre exquisito, sin tilde) andando con el manto de una cámara sobre los ojos, empezando a ver lo que lleva dentro cada quién por el lente suyo atraviese. En Beiak vacas este maestro del cine, Julio Medem, quién para el año 1992 presentaba su ópera prima hizo una primera obra diría demasiado eximia para un joven talento que elude los gemidos agudos utilizando música sacra y dándole más énfasis a la fricción y a la ropa hasta las rodillas que a los pubis sobre el pasto. Amé la intuición, la forma de ver, de crecer, el nombre Cristina (Emma Suárez), la amé ¿Los mismos actores para las distintas generaciones en un film? Un salto en la visión del cine y la narración de historias visuales. 4 pies y los niños que juegan en vivo a ser syphon filter.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
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